Conozca a sus vecinos: definición de los grupos destinatarios
Capítulo 2: Conoce a tus vecinos: definición de los grupos objetivo
La importancia de entender a tu comunidad
Muchos gestores de proyectos y activistas de ONG comienzan sus actividades investigando y comprendiendo a su público objetivo, entendido como las personas a las que va dirigida tu acción y que se beneficiarán directamente de ella. Este es un buen punto de partida, ya que te ayuda a comprender los principales retos a los que se enfrenta tu comunidad y las necesidades que tus futuros beneficiarios desearían ver satisfechas. Como resultado, podrá diseñar las actividades de sus proyectos en consecuencia, de modo que estén arraigadas en el contexto y fuertemente vinculadas a las realidades a las que se enfrentan las personas con las que trabaja.
Esto suena como un enfoque muy razonable que debería ayudarle a construir proyectos más exitosos, impactantes y sostenibles. Sin embargo, hay varias preguntas que debe hacerse para hacerlo de la mejor y más eficaz manera posible.
¿Qué es una comunidad?
La evaluación de las necesidades de la comunidad es un concepto muy extendido y mucha gente lo utiliza a la hora de diseñar un proyecto, pero antes es importante entender realmente el concepto de comunidad. Entonces, ¿cómo se podría definir la comunidad?
Una definición básica e intuitiva sería que comunidad es simplemente un grupo de personas que viven en una proximidad geográfica, por ejemplo los residentes de un pueblo, barrio o ciudad concretos. Alternativamente, la comunidad puede verse como un grupo de personas que tienen algo en común y/o comparten un propósito común. Sin embargo, definir la comunidad de una manera tan amplia no aporta realmente mucha información, ya que no toca realmente la esencia de lo que es realmente una comunidad.
La palabra comunidad proviene del griego y puede traducirse libremente como “compañerismo”, es decir, un grupo de personas que se reúnen para apoyarse mutuamente y satisfacer las necesidades de los demás. Esto subraya aspectos muy importantes de la comunidad: la interdependencia, las conexiones y el sentido de unidad.
Cuando se trata de definiciones más científicas, nos gustaría proponer dos:
Un sistema humano de más de dos personas en el que los miembros interactúan personalmente a lo largo del tiempo, en el que el comportamiento y la actividad están guiados por normas o decisiones colectivas desarrolladas colectivamente, y del que los miembros pueden separarse libremente
El elemento clave de esta definición es la comprensión de que las comunidades se rigen por normas desarrolladas a lo largo del tiempo. Sin comprender estas normas, es realmente difícil diseñar y poner en marcha un proyecto de éxito que sea acogido con entusiasmo por el público.
Otra definición afirma que conjuntos de vidas individuales conforman comunidades, sociedades y culturas. Comprender algunas de las complejidades, complicaciones y confusiones de la vida de un solo miembro de una comunidad es comprender mejor el colectivo.
Lo que nos gustaría subrayar en esta definición es que, a veces, cuando se realiza una investigación, se corre el riesgo de centrarse en la comunidad como grupo, pero es importante recordar que el grupo en realidad está formado por individuos.
Colección.
Cuando se trata de crear espacios urbanos inclusivos y abiertos, por supuesto tenemos que establecer algunas limitaciones o fronteras geográficas mientras investigamos nuestra comunidad. Puede tratarse de un barrio, un distrito o una ciudad entera, dependiendo del problema que queramos investigar y del proyecto que queramos poner en marcha. Una vez decidido el ámbito geográfico de las acciones, la clave está en comprender realmente las realidades de esta zona en particular.
El papel de la comunidad
Antes de realizar la evaluación de necesidades o planificar cualquier proyecto, es importante no sólo entender qué es una comunidad, sino también explorar cuáles son sus funciones y papeles en la vida de las personas. Esto es crucial, ya que todo lo que haga como trabajador de una ONG interesada en construir ciudades más inclusivas, debe estar siempre arraigado en el contexto de la comunidad, ya que lo deseable es que sus acciones no se limiten a un grupo específico, sino que tengan un impacto positivo y sostenible de las comunidades en su conjunto.
Entonces, ¿cuáles son las funciones y los roles de la comunidad?
Entonces, ¿cuáles son los papeles y funciones de una comunidad? ¿Por qué la gente las necesita? Hay varios beneficios de las comunidades que le sugerimos que tenga en cuenta:
Proporcionan apoyo. Formar parte de una comunidad unida y que funciona bien, da a las personas un sentimiento de pertenencia. Por lo general, se sienten menos solas, lo que es importante sobre todo a la hora de enfrentarse a diferentes problemas y retos. El apoyo se manifiesta en diferentes niveles, como el financiero, el emocional o el relacionado con el intercambio de recursos e ideas.
Ellas empoderan. Al formar parte de una comunidad, las personas se sienten más inclinadas a pasar a la acción, alzar la voz, defenderse a sí mismas y abogar por los temas que son importantes para ellas no solo como individuos, sino también para otras personas que pertenecen a la misma comunidad. Cuando se está rodeado de personas que comparten valores y/o intereses similares, es más probable que las personas se conviertan en agentes de cambio e inicien un movimiento de base.
Potencian la creatividad. Las comunidades tienen mucho que ver con compartir: hay, a muchos niveles, un intercambio constante de ideas y pensamientos que inspiran a la gente no sólo a debatir problemas y retos, sino también a encontrar soluciones que sean innovadoras y creativas.
Creatividad.
Son un espacio de aprendizaje. Las comunidades, aunque sean pequeñas, siempre están formadas por miembros que tienen diferentes orígenes y experiencias vitales. Gracias a ello, las personas están expuestas a nuevos conocimientos y también tienen acceso a nuevos recursos que, de otro modo, les resultarían inaccesibles como individuos.
Las comunidades son un espacio de aprendizaje.
Ayudan a construir conexiones. Formar parte de una comunidad hace que las personas se sientan más cerca unas de otras, lo que a su vez les aporta no sólo un sentimiento de pertenencia, sino también de seguridad, sobre todo a nivel emocional.
Conexiones.
Saber cuáles son los beneficios y los aspectos positivos de las comunidades te ayuda, como organizador de proyectos y activista, a planificar mejor tus actividades. Al organizar cualquier acción o planificar un nuevo proyecto urbano, es importante planificar siempre cómo fortalecer la comunidad en la que trabajas, acercar a la gente y subrayar los aspectos positivos de pertenecer a una comunidad, para que la gente con la que trabajas esté más dispuesta a participar.
Cuáles son las características de la comunidad – factores definitorios
A continuación se detallan algunos aspectos cruciales que deben tenerse en cuenta cuando se desea comprender realmente a la comunidad. Debería investigarlos incluso antes de intentar realizar una evaluación más profunda de las necesidades de la comunidad.
Infraestructura
Infraestructura: ¿Cuáles son los elementos de la zona geográfica sin los que los habitantes no pueden funcionar? Piensa en lo realmente necesario, como el transporte, las carreteras, el acceso a internet, la electricidad, etc.
Infraestructura: ¿Cuáles son los elementos sin los que los habitantes no podrían funcionar?
Asentamiento y patrones de vida: ¿Dónde y cómo vive la gente? ¿Cómo se divide el espacio en función del nivel de ingresos? ¿Dónde se encuentran los barrios más pobres y los más ricos? ¿Es diferente el nivel de seguridad/delincuencia en las distintas zonas?
Demografía: ¿Quiénes son los residentes? Piense en información estadística básica, como la edad, el sexo, los niveles de educación e ingresos, etc. Busque también información y datos clave sobre las personas de origen inmigrante/refugiado.
Demografía: ¿Quiénes son los residentes?
Contexto histórico: ¿Cuál es el pasado de su comunidad? ¿Cuáles son las tradiciones a largo plazo? ¿Cuáles son los elementos locales con los que la gente se siente conectada u orgullosa? ¿Cuáles son los momentos oscuros de la historia que la comunidad no está dispuesta a explorar?
Líderes.
Líderes: ¿Quiénes son las personas que tienen influencia en la comunidad? Identifique tanto a los líderes formales (como políticos, representantes de instituciones, figuras públicas) como a los informales (como activistas, líderes vecinales, etc)
Líderes: Quiénes son las personas que tienen influencia en la comunidad?
Grupos e instituciones: ¿Cuáles son las entidades (formales e informales) a las que la gente pertenece o con las que se identifica? Piensa en grupos religiosos, clubes culturales, asociaciones de la tercera edad, clubes deportivos, etc.
Grupos e instituciones:¿A qué entidades (formales e informales) pertenecen o se identifican las personas?
Una vez tengas todos esos factores identificados, te ayudará a entender mejor el contexto de tu ciudad/barrio. Sin entender a qué se enfrenta, es muy difícil planificar un proyecto que tenga éxito, es decir, que sea bien recibido por el público, pero también que tenga un impacto positivo, visible y duradero en la comunidad en la que trabaja.
Construyendo comunidad y trabajando con personas en riesgo de exclusión
Si tu objetivo es construir una ciudad o un barrio más inclusivo y abierto, entonces es de crucial importancia reconocer que no es posible obtenerlo sin tratar activamente de llegar a los grupos marginados, a las minorías y a otras personas que por alguna razón son vulnerables y, en consecuencia, no están plenamente incluidas en la comunidad.
La construcción de la comunidad y el trabajo con las personas en riesgo de exclusión es una de las claves para conseguirlo.
Para poder incluir a diferentes grupos marginados en sus proyectos urbanos inclusivos, primero necesita saber quiénes son, por qué no están plenamente incluidos en la comunidad, cuáles son sus necesidades y a qué retos se enfrentan.
Especialmente la respuesta a las preguntas sobre necesidades y retos depende realmente de cada grupo en particular: las personas se enfrentan a diferentes obstáculos en función de sus antecedentes y, por lo tanto, necesitan soluciones que se ajusten a sus necesidades específicas. Por eso es importante tener una muy buena visión de conjunto de esos grupos y sus características antes de empezar a hacer cualquier proyecto.
Aquí tienes algunos ejemplos de grupos vulnerables de adultos que corren especial riesgo de ser marginados:
Los grupos más vulnerables son los siguientes
Cómo funciona
La lista de personas y grupos en riesgo de exclusión es abierta – en tu comunidad puede haber otros grupos marginados, por eso es importante llevar a cabo una investigación que te muestre grupos específicos y problemas y retos concretos que sean relevantes para el contexto en el que operas.
La lista de personas y grupos en riesgo de exclusión es abierta.
Personas de origen inmigrante/refugiado. Los inmigrantes, especialmente los recién llegados, luchan por sentirse plenamente incluidos en la comunidad, ya que se encuentran con muchas barreras, como el desconocimiento del idioma del país, la falta de comprensión hacia las normas sociales y culturales, la incapacidad para seguir una carrera a pesar de tener una profesión y otras. Muchos de ellos, especialmente los que se vieron forzados a inmigrar, sufren traumas psicológicos y/o físicos que les impiden construir una vida en su nueva comunidad.
Este grupo es el más relevante para analizar en el contexto de esta guía y el tema de nuestro proyecto, pero al intentar construir una comunidad más inclusiva, le sugerimos que también investigue otros grupos en riesgo de exclusión presentes en la zona en la que está operando. Estos grupos podrían ser:
Personas con un estatus socioeconómico bajo. La falta de ingresos adecuados y regulares está estrechamente relacionada con un nivel educativo más bajo y la falta de competencias que podrían ayudar a construir una carrera mejor. En consecuencia, las personas con un estatus socioeconómico bajo tienen más probabilidades de quedarse sin hogar, caer en la adicción o delinquir. Dado que las personas con problemas económicos se preocupan sobre todo por llegar a fin de mes, es menos probable que participen en la vida de la comunidad, también tienen un acceso limitado a la oferta cultural o a oportunidades para pasar el tiempo libre de una forma más creativa.
Personas de origen inmigrante/refugiado. Los inmigrantes, especialmente los recién llegados, luchan por sentirse plenamente incluidos en la comunidad, ya que se encuentran con muchas barreras, como la falta de conocimiento del idioma del país, la falta de comprensión hacia las normas sociales y culturales, la incapacidad para seguir una carrera a pesar de tener una profesión y otras. Muchos de ellos, especialmente los que se vieron forzados a inmigrar, sufren traumas psicológicos y/o físicos que les impiden construir una vida en su nueva comunidad.
Este grupo es el más relevante para analizar en el contexto de esta guía y el tema de nuestro proyecto, pero al intentar construir una comunidad más inclusiva, le sugerimos que también investigue otros grupos en riesgo de exclusión presentes en la zona en la que está operando. Estos grupos podrían incluir:
Personas con un estatus socioeconómico bajo. La falta de ingresos adecuados y regulares está estrechamente relacionada con un nivel educativo más bajo y la falta de competencias que podrían ayudar a construir una carrera mejor. En consecuencia, las personas con un estatus socioeconómico bajo tienen más probabilidades de quedarse sin hogar, caer en la adicción o delinquir. Dado que las personas con problemas económicos se preocupan sobre todo por llegar a fin de mes, es menos probable que participen en la vida de la comunidad, también tienen un acceso limitado a la oferta cultural o a oportunidades para pasar el tiempo libre de una forma más creativa.
Las personas mayores. Las personas jubiladas suelen sentirse excluidas: al no tener trabajo, carecen de rutina y les cuesta implicarse, sobre todo si estuvieron muchos años en activo profesionalmente. En muchos casos ya no se sienten necesarios y este sentimiento puede traducirse en aislamiento y soledad. Los estudios demuestran que a las personas mayores les gustaría mantenerse socialmente activas, pero no saben cómo empezar, ya que muchas de ellas parecen creer que la mayor parte de la oferta cultural, social o educativa sólo está dirigida a las generaciones más jóvenes.
Personas con discapacidades. Las personas con discapacidades tanto mentales como físicas a menudo se enfrentan a barreras estructurales que les impiden seguir participando activamente en la comunidad. Para las personas con discapacidad física, estas barreras se presentan sobre todo cuando se trata de espacios físicos (edificios, transporte público) que no son accesibles ni se ajustan a sus necesidades. Las personas con discapacidades psíquicas a menudo se enfrentan al estigma y a la falta de comprensión hacia sus necesidades especiales por parte del resto de la comunidad, lo que también les impide participar.
CONCLUSIÓN
La lista de personas y grupos en riesgo de exclusión es abierta – en tu comunidad puede haber otros grupos marginados, por eso es importante realizar investigaciones que te muestren grupos específicos y problemas y retos concretos que sean relevantes para el contexto en el que operas.
Sea cual sea el grupo de riesgo, es crucial tener en cuenta que también existen factores externos que impiden su inclusión e implicación en la comunidad. En este sentido, no todo depende de las propias personas, también existen barreras estructurales y sociales que hay que tener en cuenta. Puede tratarse de barreras físicas como las ya mencionadas en este capítulo (arquitectura, planificación urbana, falta de políticas), pero también de barreras sociales menos tangibles, que son sobre todo actitudes de los demás miembros de la comunidad que a menudo temen lo desconocido y basan sus acciones en prejuicios. La conclusión a la que se llega aquí es que, cuando se intenta desmantelar estas barreras, se debe trabajar en estrecha colaboración con múltiples actores y partes interesadas: las propias personas en riesgo de exclusión, la población general de la comunidad y los funcionarios. Especialmente cuando se trata de prejuicios y actitudes que tienen su origen en el miedo, es importante reunir a diferentes personas y proporcionarles un espacio seguro para entablar un diálogo que no niegue las diferencias, sino que anime a las personas a centrarse en las similitudes que existen entre ellas, para que puedan coexistir en las mismas comunidades.
Por qué algunas personas permanecen fuera de las comunidades
Como se ha mencionado, hay muchas razones por las que las personas quedan excluidas y no forman parte de la comunidad. Hay diferentes factores internos y externos que lo causan. En esta sección, nos gustaría centrarnos más en los factores y barreras existentes dentro de la comunidad, que pueden impedir que las personas que tradicionalmente no forman parte de ella se sientan más incluidas.
Las comunidades cambian
Las comunidades, como todas las demás estructuras sociales, están sujetas a cambios. Crecen y evolucionan constantemente y, mientras algunas normas permanecen intactas durante muchas generaciones, otras cambian o se rechazan por completo. Estos cambios no se producen en el vacío: muy a menudo están condicionados por factores externos, como fuerzas políticas o acontecimientos sociales/culturales/históricos profundos. A veces, estos cambios influyen en la forma en que las comunidades ven a sus propios miembros. Por ejemplo, tras el atentado del 11 de septiembre contra el World Trade Center, las actitudes de la comunidad hacia las personas con un trasfondo cultural o religioso diferente pasaron a ser más hostiles y basadas en el miedo.
Las comunidades se construyen en torno a las similitudes
Las comunidades tardan en construirse y, cuando están bien establecidas, suelen basarse en similitudes, valores comunes, normas y patrones de comportamiento. Por eso, cuando la sociedad en su conjunto cambia y se produce una afluencia de personas que no comparten esas similitudes (sobre todo inmigrantes/refugiados), los miembros de la comunidad tienden (al menos inicialmente) a reaccionar con miedo. En algunos casos, este miedo prevalece y lleva a la comunidad a permanecer unida, ya que es más fácil aislarse que enfrentarse a lo desconocido.
Las soluciones e ideas dentro de la comunidad están pensadas para grupos, no para individuos.
Cuanto mayor es la comunidad (tanto en términos de población como de área geográfica), más difícil es poner en marcha iniciativas y soluciones que atiendan a las necesidades de los individuos. Resulta más práctico introducir mejoras que beneficien a un miembro medio de la comunidad, ya que tener en cuenta las necesidades de todos los individuos no sólo consume tiempo, recursos y energía, sino que también parece una tarea imposible, de ahí que nunca se tengan en cuenta las necesidades de algunas personas.
En la medida en que una comunidad es más grande (tanto en términos de población como de área geográfica), más difícil resulta aplicar iniciativas y soluciones que atiendan a las necesidades de los individuos.
Las comunidades tienen recursos limitados.
Como en muchos casos las comunidades no están estructuradas (al menos formal o institucionalmente), muchas iniciativas son espontáneas y/o de base. A veces, a los miembros les gustaría que su comunidad fuera más abierta, o que atendiera más a las necesidades especiales de diferentes personas, pero no se sienten con capacidad o recursos para introducir cambios.
Conocer las razones de la exclusión y los límites de la comunidad en la que trabajas, es útil ya que te ayuda a planificar mejor tus actividades y a poner en marcha proyectos que respondan a las principales necesidades y aborden los retos más acuciantes a los que se enfrentan tanto las personas que ya están bien incluidas en la comunidad como las que permanecen fuera.
Evaluación de las necesidades de la comunidad
El diagnóstico de necesidades de la comunidad es un estudio de la comunidad local para conocer sus necesidades y expectativas. El propósito de su diagnóstico es conocer las necesidades, expectativas y problemas de la comunidad en relación con el tema que está abordando. Al realizar un diagnóstico, usted recurre a los conocimientos y la experiencia de las personas que componen su comunidad, de expertos, así como de organizaciones e instituciones asociadas a la comunidad. Recuerde llegar a grupos de residentes importantes pero a menudo excluidos: aquellos cuya voz no suele tenerse en cuenta, como las personas mayores, las personas con discapacidad, las personas con un nivel socioeconómico bajo y, lo que es más importante, las personas con antecedentes culturales diversos, como los refugiados, los inmigrantes y los miembros de grupos minoritarios.
Conducción de la evaluación de necesidades
La realización de la evaluación de necesidades le permitirá obtener conocimientos fiables que le permitirán comprender bien su entorno y el contexto. Le proporcionará argumentos en las discusiones con representantes de las autoridades municipales y otras partes interesadas, con quienes deberá cooperar para crear proyectos que tengan más impacto y sean más sostenibles. Los conocimientos adquiridos como resultado de la evaluación de necesidades son la base para una buena planificación de las actividades, también crea un espacio para que los residentes expresen sus propias necesidades y opiniones sobre un tema en particular.
La evaluación de necesidades que se realiza en el municipio es una herramienta útil para la planificación de actividades.
La evaluación de necesidades llevada a cabo por los propios miembros de una comunidad es la denominada evaluación de necesidades participativa. Su ventaja es que conoce los contextos locales, por lo que puede llegar a grupos concretos de residentes, incluso a aquellos que suelen quedar al margen de las conversaciones sobre cuestiones importantes para la comunidad, o que no suelen implicarse ellos mismos.
La evaluación de necesidades llevada a cabo por los propios miembros de una comunidad es la denominada evaluación de necesidades participativa.
La evaluación de necesidades llevada a cabo por los propios miembros de una comunidad es la denominada evaluación de necesidades participativa. Puedes conocer herramientas específicas para la evaluación de necesidades participativa y creativa en nuestro ToolKit.
Juego de herramientas
Cómo llevar a cabo una evaluación de necesidades sin desanimar a su público
La evaluación de necesidades es necesaria antes de cualquier proyecto, pero debe realizarse de forma que no sólo ofrezca buenos resultados, sino que también resulte atractiva para los miembros de la comunidad que se investiga. Cuanto más atractiva sea la evaluación de necesidades y mejor se lleve a cabo, más probabilidades tendrá de llegar a beneficiarios que normalmente no participan en la vida de la comunidad.
La evaluación de necesidades es necesaria antes de cada proyecto.
Aquí tiene algunos aspectos importantes que debe tener en cuenta:
- La evaluación de necesidades debe ser visible en la comunidad. Esto significa que debe informar a los residentes de quién está llevando a cabo la evaluación y con qué propósito. Esto garantizará que los residentes sepan quién es usted y por qué está trabajando en el tema específico que ha elegido.
- La evaluación de necesidades debe ser visible en la comunidad.
- Deberá esforzarse por llegar a muchos grupos y partes interesadas diferentes, especialmente a aquellos que normalmente están marginados y no tienen muchas posibilidades de alzar su voz sobre los temas importantes de la comunidad.
- Presente los resultados recogidos a la comunidad y a los residentes participantes en su encuesta. También debes recordar dar a los residentes la oportunidad de darte su opinión sobre los propios resultados y sobre la forma en que se realizó la encuesta.
- Presenta los resultados a la comunidad y a los residentes que participaron en la encuesta.
- Los resultados de su evaluación de necesidades deben estar ampliamente disponibles y ser comprendidos por los residentes. De este modo, podrá contar con una mayor comprensión y apoyo a las acciones basadas en los resultados del diagnóstico realizado.
- Los resultados de la evaluación de necesidades deben estar disponibles para todos los residentes.
- Recuerde dar a conocer a los residentes las actividades previstas y las oportunidades de participar en los próximos pasos de su investigación o en las actividades que resulten del diagnóstico de necesidades de la comunidad.
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Antes de empezar a hablar con los miembros de tu comunidad, debes estar bien informado sobre el tema que tratas, reconocer el problema que has decidido investigar. Es aconsejable que te familiarices con los documentos y datos oficiales, el presupuesto del municipio si piensas solicitar financiación para tus futuras ideas. También debes recopilar y analizar la información publicada en Internet y en la prensa local sobre el tema que te interesa. La recopilación exhaustiva de información te permitirá determinar exactamente qué quieres investigar (cuál es el problema) y por qué (cuál es el objetivo), y con quién hablar para obtener la información que te interesa. Esto es necesario para poder diseñar la evaluación de necesidades de forma que le ayude a recopilar toda la información que necesita.
No se trata sólo de necesidades: realizar una evaluación de recursos
La evaluación de las necesidades es importante, como en las respuestas a varias preguntas cruciales, como:
- ¿Qué falta en la comunidad?
- ¿qué debería mejorarse?
- ¿cuáles son los principales problemas y retos que hay que abordar?
- ¿cuáles son las áreas de vida en la comunidad que deben mejorarse?
Estos son, por supuesto, puntos esenciales a tener en cuenta a la hora de planificar cualquier acción comunitaria, y el hecho de que los residentes respondan a estas preguntas puede proporcionarle un buen punto de partida. Una vez que sepas lo que quieren y necesitan, podrás empezar a diseñar un proyecto destinado a introducir cambios positivos en la comunidad. Si vinculas tus ideas a las necesidades identificadas, es más probable que tu proyecto tenga resultados que sean impactantes y sostenibles en una perspectiva a medio y largo plazo.
Sin embargo, una vez que sepas lo que quieren y necesitan, puedes empezar a diseñar un proyecto que tenga como objetivo aportar cambios positivos en la comunidad.
Sin embargo, el reto o desventaja de la evaluación de necesidades como base de tus futuros proyectos es que es incompleta, en el sentido de que se centra sobre todo en identificar lo que falta. Es por ello que le recomendamos que no sólo se centre en lo que falta, sino que también ponga en marcha actividades encaminadas a identificar lo que la comunidad ya tiene.
Para ello, se recomienda realizar una evaluación de los recursos (o activos) de la comunidad.
Los activos, o recursos, son generalmente las cosas que existen en la comunidad y que pueden utilizarse como ventaja a la hora de mejorar la vida de los residentes y construir ciudades más resilientes e inclusivas. Estos activos pueden ser tanto materiales -por ejemplo, las infraestructuras existentes, las oportunidades culturales/educativas/profesionales, que ya existen- como inmateriales, como las personas, las relaciones entre ellas, los valores y las prácticas que ya se están aplicando con éxito.
Entonces, ¿cómo llevar a cabo una evaluación de los recursos de la comunidad? El primer paso es llevar a cabo una investigación documental, para identificar las áreas en las que puede basarse al diseñar sus futuros proyectos. Estas son algunas áreas que puede tener en cuenta:
Liderazgo. Hay algún líder de la comunidad que sea muy respetado y que pueda implicarse en tu proyecto para que tus actividades sean más conocidas y aceptadas? Una vez que cuentes con el apoyo de los líderes, será más fácil convencer a la población general de residentes para que se sumen a tus ideas.
Recursos humanos. Como organización o institución pública, ¿dispone de personal suficiente para llevar a cabo el proyecto que tiene en mente? ¿Qué habilidades y competencias tienen ya las personas de la comunidad? ¿Cómo podría utilizar esas habilidades durante su proyecto?
Asociación y colaboración. Identifique las organizaciones, instituciones y grupos de interés formales e informales con los que podría colaborar durante su proyecto. ¿Qué podrían aportar para que tu proyecto tuviera más éxito? Intente evitar la competencia y considere a otras organizaciones que trabajan en el mismo ámbito como posibles socios, ya que al fin y al cabo todos comparten un objetivo común, que es hacer de la comunidad urbana en la que opera un lugar más inclusivo y abierto.
Aparte de la investigación clásica, también puedes utilizar métodos más creativos y participativos que te permitan trabajar directamente con tus grupos objetivo. Es importante implicar a los adultos en situación de riesgo en cualquier tipo de actividad previa al proyecto durante la cual investigues las necesidades y los recursos, y preguntar a tus futuros participantes sobre lo que les gusta y valoran en la comunidad te ayudará a que se impliquen más desde el principio. Para conocer métodos específicos sobre la evaluación de necesidades/recursos, eche un vistazo a nuestra Herramienta de evaluación de las necesidades de la comunidadKIt.