Pasado, presente, futuro: utilizar el patrimonio histórico y social para crear innovación
¿Qué es el Patrimonio Cultural?
El Patrimonio Cultural es una expresión de las formas de vida desarrolladas por una comunidad y transmitidas de generación en generación, incluyendo costumbres, prácticas, lugares, objetos, expresiones artísticas y valores. El Patrimonio Cultural se expresa a menudo como Patrimonio Cultural Inmaterial o Material (ICOMOS, 2002).
El Patrimonio Cultural es la expresión de las formas de vida desarrolladas por una comunidad y transmitidas de generación en generación.
Como parte de la actividad humana, el Patrimonio Cultural produce representaciones tangibles de los sistemas de valores, creencias, tradiciones y estilos de vida. Como parte esencial de la cultura en su conjunto, el Patrimonio Cultural, contiene estos rastros visibles y tangibles desde la antigüedad hasta el pasado reciente.
El Patrimonio Cultural es un conjunto de bienes que forman parte del patrimonio cultural de la humanidad.
El Patrimonio Cultural es un concepto amplio. Preferimos concentrarnos en las semejanzas entre los diversos sectores del patrimonio, en lugar de en sus diferencias.
Patrimonio cultural es un concepto amplio.
Tipos de patrimonio cultural
El Patrimonio Cultural puede distinguirse en:
- Entorno Construido (Edificios, Paisajes Urbanos, Restos Arqueológicos)
- Entorno Natural (Paisaje Rural)
- Entorno natural (Paisajes rurales, Costas y litorales, Patrimonio agrícola)
- Medio ambiente construido (Edificios, Paisajes urbanos, Restos arqueológicos)
- Artefactos (Libros y documentos, objetos, fotografías)
- Medio ambiente construido (edificios, paisajes urbanos, restos arqueológicos)
La fuerza motriz de todas las definiciones de Patrimonio Cultural es: es una creación humana destinada a informar (John Feather, 2006).
Patrimonio material e inmaterial
El concepto de patrimonio cultural, que en un tiempo se refería exclusivamente a los vestigios monumentales de las culturas, ha ido incorporando nuevas categorías. Hoy en día, el patrimonio no sólo se manifiesta a través de formas tangibles como artefactos, edificios o paisajes, sino también a través de formas intangibles. El patrimonio inmaterial incluye voces, valores, tradiciones, historia oral. Popularmente se percibe a través de la cocina, la vestimenta, las formas de cobijo, las técnicas y tecnologías tradicionales, las ceremonias religiosas, las artes escénicas, la narración de historias. Hoy consideramos que el patrimonio material está inextricablemente ligado al inmaterial. En los proyectos de conservación nos proponemos preservar tanto el patrimonio material como el inmaterial.
Preservar la cultura y el patrimonio a través de las generaciones
El patrimonio cultural es el legado de artefactos físicos y atributos intangibles de un grupo o sociedad que se heredan de las generaciones pasadas, se mantienen en el presente y se otorgan en beneficio de las generaciones futuras. El patrimonio cultural incluye la cultura material (como edificios, monumentos, paisajes, libros, obras de arte y artefactos). También incluye las tradiciones culturales inmateriales o expresiones vivas heredadas de nuestros antepasados y transmitidas a nuestros descendientes, como las tradiciones orales, las artes escénicas, los usos sociales, los rituales, los actos festivos, los conocimientos y prácticas relativos a la naturaleza y el universo o los conocimientos y técnicas para producir artesanía tradicional, la cultura inmaterial (como el folclore, las tradiciones, la lengua y los conocimientos) y el patrimonio natural (incluidos los paisajes de importancia cultural y la biodiversidad). Cualquiera que sea la forma que adopten, forman parte de un patrimonio, y este patrimonio requiere un esfuerzo activo por nuestra parte para salvaguardarlo.
Pueden ser significativos por su valor económico actual o posible, pero también porque crean cierta emoción en nosotros, o porque nos hacen sentir que pertenecemos a algo: un país, una tradición, una forma de vida.
La mejor forma de preservar tu patrimonio cultural, sea cual sea, es compartirlo con los demás.
La mejor manera de preservar el patrimonio cultural, sea cual sea, es compartirlo con los demás. La importancia de conservar el patrimonio, la tradición y la raza El patrimonio cultural y la historia natural de una nación tienen un valor muy elevado y son únicos. Es una identidad que se puede presentar al mundo.
El patrimonio cultural afirma nuestra identidad como pueblo porque crea un marco global para la conservación del patrimonio cultural que incluye lugares culturales, edificios antiguos, monumentos, santuarios y puntos de referencia que tienen un significado cultural y un valor histórico. La cultura y su patrimonio reflejan y conforman valores, creencias y aspiraciones, definiendo así la identidad nacional de un pueblo. Es importante preservar nuestro patrimonio cultural, porque mantiene nuestra integridad como pueblo.
La importancia del patrimonio inmaterial es fundamental para el desarrollo sostenible.
La importancia del patrimonio cultural inmaterial no radica en la manifestación cultural en sí, sino en la riqueza de conocimientos y técnicas que se transmite a través de él de una generación a otra. El valor social y económico de esta transmisión de conocimientos es relevante tanto para los grupos minoritarios como para los grupos sociales mayoritarios dentro de un Estado y es tan importante para los Estados en desarrollo como para los desarrollados.
Preservación del patrimonio, la tradición y la cultura en sociedades culturalmente diversas
Aunque frágil, el patrimonio cultural inmaterial es un factor importante para mantener la diversidad cultural frente a la creciente globalización. La comprensión del patrimonio cultural inmaterial de las distintas comunidades ayuda al diálogo intercultural y fomenta el respeto mutuo hacia otras formas de vida.
La diversidad cultural es un factor importante para la conservación de la diversidad cultural frente a la creciente globalización.
Existe el riesgo de que ciertos elementos del patrimonio cultural inmaterial se extingan o desaparezcan sin ayuda, pero ¿cómo salvaguardar y gestionar un patrimonio en constante cambio y que forma parte de la “cultura viva” sin congelarlo ni trivializarlo? Su salvaguardia tiene que ver con la transferencia de conocimientos, técnicas y significados. En otras palabras, la salvaguardia se centra en los procesos que intervienen en la transmisión, o comunicación del patrimonio cultural inmaterial de generación en generación, más que en la producción de sus manifestaciones concretas, como un espectáculo de danza, una canción, un instrumento musical o una artesanía.
La salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial es un proceso de transmisión de conocimientos, técnicas y significados.
Preservación de la cultura y el patrimonio a través de la educación
La valoración del patrimonio cultural debe comunicarse a través de un enfoque educativo integrado en esta sociedad global. Debe fomentarse la sostenibilidad en la preservación del patrimonio cultural a través de la educación. Es una forma de cómo se puede salvaguardar el patrimonio cultural tangible e intangible.
El papel de los medios de comunicación en la conservación de la cultura y el patrimonio
El almacenamiento digital ha desempeñado un gran papel en la conservación del patrimonio cultural. Ha permitido compartir el patrimonio cultural e histórico en todo el mundo. El almacenamiento digital no sólo es el método más popular de preservación, sino que es la tendencia para el futuro.
La gente persigue objetivos artísticos y culturales.
La gente busca la expresión artística y creativa a través de una variedad de salidas: representaciones teatrales formales, esculturas, pinturas y edificios; así como las artes menos formales, festivales de música y comida, celebraciones y reuniones culturales informales, bandas de camioneros y grupos de artesanía.
En conjunto, estas actividades artísticas y culturales formales e informales, tangibles e intangibles, profesionales y amateurs, constituyen el patrimonio cultural de una comunidad. Estas actividades -que engloban un conjunto diverso de ubicaciones, espacios, niveles de profesionalidad y participación, productos, eventos, consumidores, creadores y críticos- son esenciales para el bienestar, la vitalidad económica y cultural, el sentido de identidad y el patrimonio de una comunidad.
Las actividades artísticas y culturales son esenciales para el bienestar, la vitalidad económica y cultural, el sentido de identidad y el patrimonio de una comunidad.
Proteger la cultura y el patrimonio
Para mantenerse vivo, el patrimonio cultural material debe seguir siendo relevante para una cultura y practicarse y aprenderse con regularidad dentro de las comunidades y entre generaciones. Las medidas de salvaguardia para garantizar que el patrimonio cultural inmaterial pueda transmitirse de una generación a otra son considerablemente diferentes de las necesarias para proteger el patrimonio material (natural y cultural)
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Existe el riesgo de que algunos elementos del patrimonio cultural inmaterial se extingan o desaparezcan sin ayuda, pero salvaguardar no significa fijar o congelar el patrimonio cultural inmaterial en alguna forma pura o primordial. Salvaguardar el patrimonio cultural inmaterial consiste en transferir conocimientos, técnicas y significados.
La salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial consiste en transferir conocimientos, técnicas y significados.
Derechos culturales y libertad
Los derechos culturales son derechos humanos que tienen como objetivo asegurar el disfrute de la cultura y sus componentes en condiciones de igualdad, dignidad humana y no discriminación. Son derechos relacionados con temas como la lengua; la producción cultural y artística; la participación en la vida cultural; el patrimonio cultural; los derechos de propiedad intelectual; los derechos de autor; las minorías y el acceso a la cultura, entre otros. No se debe negar a todas las personas con un determinado origen cultural, religioso, racial o lingüístico el derecho, en comunidad con otras personas de ese origen, a disfrutar de su cultura, a declarar y practicar su religión y a utilizar su lengua.
Las personas con un determinado origen cultural, religioso, racial o lingüístico no deben ser privadas de su derecho a disfrutar de su cultura, a declarar y practicar su religión y a utilizar su lengua.
Las fuentes del patrimonio cultural histórico son masivas y constituyen acumulaciones de vida versátiles. Existentes sin amenazas en el pasado, los patrimonios culturales históricos han sido destruidos en gran medida en la actualidad y se han enfrentado a una destrucción total (Uygur & Baykan, 2007) . Este entorno cultural histórico puede definirse como imágenes de los reflejos de los valores culturales creados por las personas a lo largo de la historia en el entorno físico (Keleş, 1997). Estas imágenes son testigos de sus periodos y fuentes de información que nos hablan de las características de esos periodos. Dado que estos valores culturales históricos contribuyen al pasado común de la humanidad, deben ser lugares a proteger (Yasin, 2007) . El problema de la protección de estos valores empieza en el ámbito local y llega hasta el mundial. Se ha intentado mantener vivas las políticas desarrolladas en materia de preservación. La conservación del patrimonio cultural histórico ha cobrado importancia en los últimos 20 años y no sólo se han desarrollado nuevos tipos de aplicación, sino también nuevos conceptos (Herbert, 1995) . De hecho, existen instituciones y convenciones internacionales desarrolladas para proteger los artefactos culturales de acuerdo con los principios comunes del patrimonio cultural (Emekli, 2005) . La UNESCO aceptó estos elementos culturales como patrimonio cultural material con la Convención de la UNESCO para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural de 1972 (UNESCO, 1972) . El 11 de septiembre de 1999, la Unión Europea inició la campaña “Europa, un patrimonio común” en una reunión celebrada en Bucarest. Los objetivos de la campaña son aumentar la concienciación sobre el patrimonio cultural, natural e histórico en Europa, desarrollar la cooperación entre los países respetando la diversidad cultural y poner en primer plano los valores morales, religiosos y culturales relacionados con los sitios culturales e históricos protegidos. Otras instituciones mundiales, empresas, asociaciones y organizaciones voluntarias apoyan esta campaña (UNESCO, 1999) . La protección del patrimonio cultural histórico debe considerarse en el marco del desarrollo sostenible, buscando el equilibrio. Para ello, la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural se actualiza constantemente y se está haciendo campaña para que otros países la firmen. Al firmar la Convención de la UNESCO sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural en 1983, nuestro país ha realizado numerosos estudios en el marco de la Dirección General de Preservación del Patrimonio Natural (Emekli, 2005). La palabra “innovación” deriva del verbo latino innovate, que significa renovar. En esencia, la palabra ha conservado su significado hasta nuestros días. Innovar significa mejorar o sustituir algo, por ejemplo, un proceso, un producto o un servicio. En el contexto de las empresas, sin embargo, el término necesita una definición. En el complejo contexto de las empresas, se necesita una definición. La innovación es la aplicación práctica de ideas que dan lugar a la introducción de nuevos bienes o servicios o a la mejora de la oferta de bienes o servicios. ISO TC 279 en la norma ISO 56000:2020 define la innovación como “una entidad nueva o modificada que realiza o redistribuye valor”. Otros tienen definiciones diferentes; un elemento común en las definiciones es el enfoque en la novedad, la mejora y la difusión de ideas o tecnologías. La innovación suele tener lugar mediante el desarrollo de productos, procesos, servicios, tecnologías, obras de arte o modelos empresariales más eficaces que los innovadores ponen a disposición de los mercados, los gobiernos y la sociedad. La innovación está relacionada con la invención, pero no es lo mismo que ella: la innovación suele implicar la aplicación práctica de una invención (es decir, una capacidad nueva o mejorada) para lograr un impacto significativo en un mercado o sociedad, y no todas las innovaciones requieren una nueva invención. La innovación es un proceso que se desarrolla a través de la innovación. En las publicaciones sobre innovación se han encontrado diversas definiciones. En 2009, Baregheh et al. encontraron alrededor de 60 definiciones en diferentes artículos científicos, mientras que una encuesta de 2014 encontró más de 40. Sobre la base de su encuesta, Baragheh et al. intentaron definir una definición multidisciplinar y llegaron a la siguiente definición: “La innovación es la multiplicidad de procesos que se producen en el mundo. “La innovación es el proceso de múltiples etapas mediante el cual las organizaciones transforman ideas en nuevos/mejorados productos, servicio o procesos, con el fin de avanzar, competir y diferenciarse con éxito en su mercado” En una encuesta industrial sobre cómo definía la innovación la industria del software, se consideró que la definición más completa era la siguiente, dada por Crossan y Apaydin, que se basa en la definición del manual de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE): La innovación es un proceso de producción, distribución y distribución de bienes y servicios. La innovación es la producción o adopción, asimilación y explotación de una novedad con valor añadido en las esferas económica y social; la renovación y ampliación de productos, servicios y mercados; el desarrollo de nuevos métodos de producción; y el establecimiento de nuevos sistemas de gestión. Es tanto un proceso como un resultado. El sociólogo estadounidense Everett Rogers, la definió así:
¿Qué es la innovación?
Una idea, práctica u objeto que es percibido como nuevo por un individuo u otra unidad de adopción
Según Alan Altshuler y Robert D. Behn, la innovación incluye la invención original y el uso creativo y define la innovación como una generación, admisión y realización de nuevas ideas, productos, servicios y procesos.
Dos dimensiones principales de la innovación son el grado de novedad (es decir, si una innovación es nueva para la empresa, nueva para el mercado, nueva para la industria o nueva para el mundo) y el tipo de innovación (es decir, si es una innovación de proceso o de sistema producto-servicio). En el ámbito de las organizaciones, los investigadores también han distinguido la innovación de la creatividad, ofreciendo una definición actualizada de estos dos conceptos relacionados:
La creatividad en el lugar de trabajo se refiere a los procesos cognitivos y conductuales aplicados cuando se intenta generar ideas novedosas. La innovación en el lugar de trabajo se refiere a los procesos aplicados cuando se intenta poner en práctica nuevas ideas. En concreto, la innovación implica una combinación de identificación de problemas/oportunidades, la introducción, adopción o modificación de nuevas ideas relacionadas con las necesidades de la organización, la promoción de estas ideas y la aplicación práctica de las mismas.
Peter Drucker escribió:
La innovación es la función específica del espíritu empresarial, ya sea en una empresa existente, en una institución de servicio público o en una nueva empresa iniciada por un individuo solitario en la cocina familiar. Es el medio por el cual el emprendedor crea nuevos recursos que producen riqueza o dota a los recursos existentes de un mayor potencial para crear riqueza
El papel del patrimonio histórico y cultural en la educación de adultos
La educación de adultos se ocupa de la educación de los adultos. Las naciones de quién es un adulto varían de -aquellos que han pasado la edad escolar a través de -grownup a -mature individuals‖ La identificación precisa de un adulto tiende a caer en las categorías de edad, rol psicológico y social. La educación de adultos es una relación entre un agente educativo y los educandos en la que el agente selecciona, organiza y dirige continuamente una secuencia de tareas progresivas que proporcionan experiencias sistemáticas para lograr el aprendizaje de aquellos cuya participación en dichas actividades es y complementa a una función productiva primaria en la sociedad. Así pues, sólo las experiencias planificadas sistemáticamente con la intención de lograr un aprendizaje, y sólo ese aprendizaje que se produce en un entorno instructivo construido a propósito bajo la dirección continua de un agente educativo externo, entran dentro del ámbito de la educación de adultos. Uno de los conceptos de la educación de adultos dado por Malcolm Knowles, que es el padre de la educación de adultos, es la educación fundamental. Nunca se insistirá lo suficiente en el papel que desempeñan las prácticas y los conocimientos culturales en la transmisión y conservación del patrimonio cultural. Es un verdadero medio por el que los africanos negros transfieren su herencia cultural de una generación a otra. Debido a la flexibilidad del medio de intercambio del patrimonio cultural, éste corre el riesgo de perderse u olvidarse. Esta situación, por lo tanto, hace que la participación, la preservación y la conservación del patrimonio cultural sea una tarea muy importante para todos los individuos de cualquier comunidad y, muy especialmente, para los adultos, con el fin de garantizar la transferencia de este patrimonio cultural a las generaciones venideras.
La educación de adultos se crea principalmente para transmitir conocimientos para el avance individual y social hacia un mayor desarrollo y liberación. Según (Thomas, 1991), que define la educación de adultos como un esfuerzo deliberado por el cual los hombres y las mujeres tratan de satisfacer su sed de conocimiento, para equiparse a sí mismos para sus responsabilidades como ciudadano y miembro de la sociedad.
La plataforma de la educación de adultos se argumenta y enfatiza para liberar con un enfoque en la educación para la vida y los objetivos de cambio social como la iluminación personal, la ciudadanía activa, y la promoción de la herencia democrática y cultural.
Se podría concluir que la educación de adultos es capaz de influir en el conocimiento y el amor por el patrimonio cultural que inspiraría a los adultos a participar en la preservación de su patrimonio cultural. Además, si a los alumnos se les enseña con precisión de la manera adecuada que les haga enamorarse del aprendizaje, les ayudará a incurrir en formas de preservar el patrimonio cultural rápida y fácilmente. Por último, la participación de los adultos en la educación de adultos les abriría los ojos sobre la importancia del patrimonio cultural, la forma de conservarlo y la necesidad de preservarlo y mantenerlo.
La educación de adultos es un medio para que los adultos comprendan la importancia del patrimonio cultural.
Recomendaciones
- Los adultos deberían transmitir los conocimientos sobre el patrimonio cultural a sus hijos de forma precisa y correcta para que se enamoren del aprendizaje y de las formas de preservar su patrimonio cultural de forma rápida y fácil.
- El gobierno debería fomentar la participación de los adultos en la educación de adultos, ya que les abrirá los ojos ante la importancia del patrimonio cultural, la forma de conservarlo y la necesidad de preservarlo y mantenerlo.
- Por último, la educación de adultos debería ser un elemento clave de la educación de adultos.
Innovación impulsada por el patrimonio
La innovación impulsada por el patrimonio se basa en la aplicación de una idea o método vanguardista que se traduce en una mejora para los usuarios. La base del proceso de innovación es el nuevo conocimiento, que suele ser una intersección de disciplinas y necesidades. La innovación es puesta a prueba por los profesionales y la sociedad en general, o está lista para una mayor ampliación hacia el mercado.
Considera tres categorías de innovación impulsada por el patrimonio, teniendo en cuenta los diversos papeles que el patrimonio puede desempeñar en relación con la innovación, así como su interacción con otros sectores:
Innovación impulsada por el patrimonio: innovaciones que se basan en las necesidades específicas de los bienes patrimoniales (debido a sus valores, materiales, técnicas de diseño o características singulares) y que también llegan a estar disponibles para otros sectores.
Asimilación de la innovación: innovaciones desarrolladas en otros campos o sectores que pueden aplicarse a los bienes patrimoniales con el fin de generar conocimientos, nuevos usos, mejorar su conservación, potenciar la toma de decisiones o apoyar su gestión.
El patrimonio como recurso: El patrimonio en general o bienes patrimoniales específicos generan nuevas ideas o conocimientos, son la base de procesos de innovación o ponen en marcha nuevas colaboraciones interdisciplinares e intersectoriales que conducen a la innovación en diversos campos.
El patrimonio como recurso.
Diplomacia liderada por el patrimonio
La diplomacia impulsada por el patrimonio y la cooperación internacional se basan en la relevancia del patrimonio y de la herencia pasada compartida para fomentar las relaciones culturales internacionales, la construcción de la paz, la reconciliación, la cohesión social, el diálogo multicultural, un mejor entendimiento mutuo, el desarrollo humano y económico entre naciones y comunidades.
La diplomacia del patrimonio no sólo implica a actores gubernamentales a todos los niveles (nacional, regional y local), sino que también incluye a un amplio abanico de partes interesadas no estatales, como el diálogo interpersonal y las organizaciones de defensa del patrimonio cultural que trabajan, por ejemplo, en la conservación arquitectónica, el desarrollo social o la reconstrucción tras catástrofes. Por lo tanto, la diplomacia del patrimonio se refiere a intercambios culturales multidimensionales y con múltiples partes interesadas, más allá de los Estados y los organismos internacionales.
Diplomacia impulsada por el patrimonio, según la cual el patrimonio y su gobernanza se sitúan en el centro de los procesos diplomáticos, reconociendo sus repercusiones políticas, sociales, culturales y económicas más amplias para las relaciones bi y multilaterales, la cooperación transnacional y la reconciliación.
Patrimonio dentro de la diplomacia, en la que la conservación del patrimonio actúa como herramienta política en la política exterior dirigida por el Estado o en iniciativas locales, en el contexto de la promoción de un mejor entendimiento mutuo y de los intercambios o de la resolución y recuperación de conflictos en los países en desarrollo.
Ecosistemas de innovación
¿Cuál es el papel de la tecnología en el contexto del Patrimonio Cultural? Cómo puede alinearse el uso de la tecnología con los objetivos de los visitantes y las instituciones del Patrimonio Cultural? En última instancia, ¿cómo puede ayudar la tecnología a mejorar la posición del Patrimonio Cultural en la Era Digital? En Europa hay actualmente más de 19.000 museos y espacios culturales. En 2016, un tercio de los museos europeos había invertido en algún tipo de transformación digital (EGMUS, 2016), creando una gran cantidad de datos, tecnologías y experiencia. Solo en el periodo 2007-2013, la UE invirtió aproximadamente 4 500 millones de euros en patrimonio cultural e investigación relacionada. Por sí solas, algunas de estas tecnologías desarrolladas tienen un valor limitado; solo pueden llegar a una parte fragmentada de los visitantes potenciales y las partes interesadas, y corren el riesgo de quedar obsoletas rápidamente.
Para que esta inversión en cultura digital valga más que la suma de sus partes, es necesario trabajar a través de ecosistemas de innovación. Los ecosistemas de innovación son un enfoque ampliamente utilizado en el mundo industrial desde hace más de 15 años. Basados en la noción de que la innovación y el espíritu empresarial necesitan una red ampliada de colaboración entre las partes interesadas para prosperar, los ecosistemas han transformado la industria del desarrollo de software (Mason & Brown, 2014). La tendencia actual en la implantación de ecosistemas se basa en arquitecturas flexibles de módulos tecnológicos (como los microservicios) aportados por una variedad de actores y alojados en la nube, en lugar de soluciones tecnológicas monolíticas difíciles de sostener a largo plazo.
Impulsado por el mismo cambio que impulsó el mundo industrial hace 15 años, esto exige un replanteamiento radical de cómo vemos la tecnología en el contexto del Patrimonio Cultural: de colecciones internas y aisladas de activos digitales culturales a una amplia red de ecosistemas de innovación cultural.
Después de un año interactuando con diferentes proyectos de innovación digital en el contexto del EYCH, ahora sabemos que es factible, con las opciones tecnológicas adecuadas, crear entornos flexibles, abiertos y colaborativos, que también sean seguros y conscientes de la privacidad por diseño; entornos que permitan a las instituciones culturales, visitantes, empresas e investigadores independientes sentirse bienvenidos a contribuir y querer formar parte de ellos. Estos entornos de colaboración permiten a las personas acceder a los resultados de los demás, compartirlos y basarse en ellos, creando así ecosistemas de patrimonio cultural digital que pueden seguir creciendo más allá de la financiación inicial de la UE para cualquier proyecto específico. La plataforma CrossCult de la UE es un ejemplo de este tipo de ecosistema. Está orquestada como una rica cartera de contribuciones tecnológicas realizadas por múltiples agentes independientes, que crean tecnologías heterogéneas pero complementarias en torno a un núcleo estable de plataforma. Sigue un planteamiento de “software como módulo”. En lugar de diseñar un sistema complejo y monolítico, cada contribuyente tecnológico (socio del proyecto, desarrollador individual, etc.) crea piezas más pequeñas de software reutilizable, que son fáciles de combinar para crear diversas aplicaciones de patrimonio cultural, adaptadas a las necesidades de diferentes lugares y audiencias.
Entre los ejemplos de servicios tecnológicos se incluyen módulos de juego, sistemas de recomendación, razonamiento semántico, interfaces de narración, geolocalización, redes sociales, análisis y elementos de servicio de crowdsourcing. Utilizando esta arquitectura flexible, el proyecto ha creado cuatro aplicaciones móviles diferentes, que se dirigen a diferentes sedes culturales y necesidades de la audiencia: desde grandes museos establecidos a otros más pequeños, y desde sedes culturales distribuidas a ciudades europeas (CrossCult, 2017).
Servicios tecnológicos.
El ecosistema de la innovación social en el patrimonio cultural
- Patrimonio cultural: en este caso, el objeto que define la acción, procesos, modelos o servicios socialmente innovadores.
- Patrimonio cultural: en este caso, el objeto que define la acción, procesos, modelos o servicios socialmente innovadores.
- Necesidades sociales: educación, integración, acceso a la cultura, democracia y participación, por citar sólo algunas.
- Sector público. Administraciones, titulares habituales del patrimonio cultural y también quienes marcan las directrices políticas, establecen los marcos de protección y quienes coordinan los programas de gestión. La mayoría de las universidades y centros tecnológicos pertenecen también a este sector y lideran la investigación en el campo del patrimonio cultural. Además, parte de las instituciones dedicadas a la promoción del patrimonio, como los museos, pertenecen también a este sector.
- Los museos son la principal fuente de patrimonio cultural.
- Tercer sector. Se trata del sector de la economía social. En él encontramos diferentes formas jurídicas de organización, como asociaciones, fundaciones, empresas de economía social, etc. En general, empresas y organizaciones cuyo fin principal es social y a las que se subordinan otras estrategias, modelos y procesos. Buena parte de los museos comunitarios e independientes tienen alguna de estas formas jurídicas. Por otra parte, también pertenecen a este tercer sector las asociaciones y fundaciones que trabajan en la defensa, protección y promoción del patrimonio cultural.
- Los museos comunitarios e independientes.
- Sector privado. Está formado por organizaciones empresariales cuyos fines son lucrativos. Las sociedades anónimas, limitadas o fiduciarias empresariales, los bancos y los fondos de inversión concentran la mayor parte de la actividad económica junto con el sector público. En el sector privado es donde se encuentran las principales fuentes de financiación del resto de sectores. En el ámbito del patrimonio encontramos aquí las llamadas “industrias culturales”, es decir, diversas formas de gestión empresarial: museos, centros culturales, operadores turísticos, etc. En algunos países las empresas privadas se encargan cada vez más de parte de la gestión del patrimonio cultural, sobre todo en el campo de la arqueología o la restauración, realizando trabajos para la administración pública y también para otras empresas privadas.
- Los museos, los centros culturales, los operadores turísticos, etc.
El espacio donde se produce el encuentro entre todos estos sectores y factores es lo que denominamos ecosistema de innovación social en patrimonio cultural. Los proyectos socialmente innovadores en patrimonio serían aquellos que, a partir de nuevas formas de hacer las cosas -a través de servicios de implementación de gestión patrimonial, cubriendo modelos o procesos- cubren necesidades sociales a la vez que generan nuevos tipos de relaciones que incorporan a la ciudadanía a estos procesos. Gestión eficaz, orden social y transformación social: un triple objetivo así conseguido.
¿Qué se necesita para crear un ecosistema de innovación social?
En primer lugar, una reflexión y definición más profunda de estos conceptos. Aquí proponemos una, pero debe ser enriquecida y mejorada. Para ello, es necesaria una mayor implicación científica y académica: una mayor investigación en estos campos, cuyos resultados se debatirían mediante conferencias, seminarios, etc. En segundo lugar, es necesario crear espacios experimentales en este campo, donde los emprendedores sociales puedan probar/errar y aprender sin miedo a ser expulsados o culpabilizados por sus fracasos. El éxito sólo puede alcanzarse después de cometer errores. Sin tener en cuenta esta filosofía, es imposible crear cualquier entorno de innovación, ya sea social o de otro tipo.
Establecer una estrategia para la innovación.
Establecer líneas estratégicas: ¿qué falta y qué sobra a la hora de crear un ecosistema de innovación social en este sector? Desde luego no es una cuestión de dinero. Más bien lo que nos faltan son emprendedores, capital privado, políticas públicas e implicación ciudadana.
La innovación social no es una cuestión de dinero.
Por tanto, cada sector debería contribuir con las siguientes medidas: Sector público: Apoyar la creación de espacios intersectoriales mediante la reforma de leyes y reglamentos. Facilitar el establecimiento de sistemas de gestión conjunta de activos en los que pueda producirse el encuentro entre todos los actores. Universidades más abiertas y colaborativas, con oficinas de transferencia en el ámbito social.
Privadas y financieras.
Sector privado y financiero: Apoyar el emprendimiento social en el sector para que asuma una mayor responsabilidad social corporativa y no sólo invierta para obtener ventajas fiscales. Mayor implicación en los proyectos y creer más en lo que se consigue.
Tercer sector: Mayor profesionalización e implicación en otras áreas tradicionalmente fuera del imaginario de la economía social: es decir, inversión, comunicación o marketing. Menor dependencia de la financiación pública y privada y formas de organización autogestionadas. Fomentar la participación social y mejorar la transparencia. El tercer sector será, sin duda, el gran laboratorio de buenas prácticas en el patrimonio de la innovación social.
En definitiva: flexibilización del sector público y una universidad más abierta, concienciación e implicación social del sector privado y convertir el emprendimiento social en economía productiva dentro del tercer sector.